Hay palabras que se visten de indecencia
para soportar el paso de nuestras emociones
son esclavas negligentes y mendigas
reflejos, todas, de las bajas pasiones
Irrepetibles una vez que salen al ruedo
son dagas asesinas de punta filosa
que no matan, ni hieren, pero dañan
las obras de arte creadas por el afecto
El tiempo es un verdugo que no pasa dos veces
que va al acecho de los desafueros y desatinos
un tirano que se regodea de los reveses
y va sentenciando de a poco el cruel destino
Hay palabras que no deberían existir
ojala pudieran fallecer al pronunciarlas
para no caminar en la tormenta de la duda
con deshonrradas clemencias que perseguir