enero 30, 2010

Manifiesto por la Solidaridad 1er Aniversario



Hoy es el aniversario de la muerte de Mohandas Ghandi, un hombre ejemplar que luchó por los derechos de la Casta de los intocables en la India y simbolo de la acción politica y reinvidicativa fundamentada en la espiritualidad y la no violencia ante el Imperialismo Británico.

Pablo, autor del Blog Diario de Cornelivs y co-autor del blog El Manifiesto por la Solidaridad, eligió esta fecha, para publicar por primera vez El Manifiesto por la Solidaridad, un sentido y trascendente documento, donde se expresa la denuncia de la situación de alarma ante la carencia de alimentos, la falta de acciones que se orienten a adoptar medidas que busquen resolver esta terrible situación, la toma de conciencia por las circunstancias que viven muchos hermanos nuestros que necesitan mayor atención.

Y hoy en su primer aniversario, queremos unirnos todos en esta iniciativa pacifíca y reinvindicatoria de áquellos seres vulnerados por la ausencia de equidad, justicia e igualdad que impera en tantos lugares de nuestro planeta tierra.

Hoy Pablo, nos hacemos solidarios y cómplices contigo en tu iniciativa para que todos hagamos nuestros aportes no sólo desde este espacio virtual, sino en las propuestas que puedan surgir para darle respuesta a esta devastadora situación que al final puede afectar a todo el universo humano.

Para ver el manifiesto pincha la foto que está al lado derecho de mi blog ( no lo pude colgar en el texto de mi post).
GRACIAS, CORNELIVS.

enero 19, 2010

El Manifiesto por la Solidaridad: PARTICIPEMOS!!!

Mi querido amigo y colega Pablo, autor del Blog Diario de Cornelivs y de El Manifiesto por la Solidaridad, es una persona muy comprometida con las causas sociales, ha sido motor propulsor del Manifiesto por la Solidaridad, que pueden observar en mi blog, (pincharlo para que conozcan su contenido). Esta iniciativa que ha tenido tiene que ver con la lucha contra la hambruna, situación que ha puesto en peligro a millones de personas en el mundo y que lamentablemente, es algo que dificilmente se puede revertir, sino se produce un verdadero cambio en las causas estructurales que lo originan, una verdadera toma de conciencia y sobre todo que exista una auténtica voluntad politica y de la sociedad civil en conducir acciones que efectivamente puedan aliviar de esta nefasta condición a tantos seres humanos que tienen que sufrir y morir como consecuencia a no tener acceso a algo que es tan simple para nosotros, como es alimentarse.

En este sentido, los invito a leer Los Objetivos del Desarrollo del Milenio, que es un compromiso suscrito por las 192 naciones que pertenecen a las Naciones Unidas, siendo el primero, de ocho en total, precisamente, erradicar la pobreza extrema y el hambre.

Pienso, que en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un documento que traemos a colación cuando sentimos que nos vulneran algún derecho y que para muchas situaciones tomamos como referencia, debería actualizarse, pues la realidad del planeta en ese momento era otra y que debería incluirse el derecho a la alimentación, así expresamente, pues la ausencia de este derecho atenta directamente contra el derecho fundamental a la vida.

Para no hacerme más extensa, el objetivo de esta entrada, es promover la iniciativa de Pablo en que todos publiquemos en nuestros respectivos blogs, El Manifiesto por la Solidaridad el día 30 de Enero, fecha en que El Manifiesto cumple su primer aniversario, para hacer llegar este importante texto a todas las personas posibles, organizaciones internacionales, partidos políticos, ONG´S y todo áquel que quiera sumarse a un verdadero cambio para evitar que la hambruna siga haciendo más daño. Visiten el Blog de Cornelivs en esta dirección: cornelivs@blogspot.com y allí encontrarán El Manifiesto por la Solidaridad.

No seamos indiferentes y hagamos la diferencia.

enero 14, 2010

Haití, hija del infortunio.

No puedo evitar sentirme conmovida ante la tragedia que ha sucedido en Haití. La fuerza de la naturaleza, imprevisible, arrolladora, en un momento de ira desbordada ha azotado a una nación que ha vivido en sus propias penurias y en sus propias miserias.

Pobre Haití, pobres haitianos, si, eso son, pobres. Un país que se ha hundido en la corrupción, entre milicias, la herencia depravada de gobernantes autoritarios, tiránicos, tristemente célebres como Francois Duvalier y su hijo Jean Claude Duvalier y su guardia asesina llamados tonton macoutes, quienes a través de la fuerza y la superstición - sus habitantes practican el vudú- logran mantener a la población sumida en el terror, la miseria y la ignorancia.

Quizás Jean Bertrand Aristide, quien fué elegido en las primeras elecciones democráticas, pudo haber sido una esperanza, pero la maquinaria que prevalecía en ese momento, acabó con lo que pudo representar un avance hacia el progreso en este precario país. Aristide fué depuesto.
La triste realidad de este pequeño país, vecino de República Dominicana, es que sus habitantes viven en una gran miseria, falta de empleo, una mortalidad infantil impresionante, graves problemas en el sector salud, una educación muy deficiente, corrupción, inseguridad. Ahora el mundo voltea hacia ellos - quizás se debió hacer antes- en estos duros momentos en que un terremoto acabó con infraestructuras importantes, arrasó con asentamientos completos, acabó con familias enteras y desmembró a muchisimas más. Dejó a hijos huerfános, a padres sin hijos, hermanos que nunca se volverán a ver, vecinos que no podrán estar juntos. Además del terror que queda implantado en los sobrevivientes de vivir esos traumáticos momentos en que la naturaleza nos deja totalmente indefensos y con esas imágenes devastadoras que vivirán en sus retinas por siempre.

Ahora, queda ayudarlos, ser solidarios, ser vigilantes porque la ayuda internacional llegue a todas esas víctimas y no quede en manos de gente insensible que hace fiesta ante la tragedia ajena.

Oremos también, porque la ira de la naturaleza no nos toque tan inmisericorde a nosotros.