Mírame,
con tus ojos brillantes y anhelantes
de imágenes escandalosas,
de los mil rubores,
que existen en tu imaginación
Tócame,
con tu piel excedida,
para ser codiciosos en el delirio
del deseo que provocas,
en tu ambición de poseerme
Bésame,
con tu aliento en mi boca,
perfumando el terreno
para confundir humedades
de delicados sabores
Siénteme,
en la fuerza de la entrega,
en el suspiro sostenido
en la muerte pequeña
de tu cuerpo junto al mío
(serigrafía Oswaldo Guayasamín, artista ecuatoriano)
agosto 28, 2009
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5 comentarios:
Precioso y sensual.
Un beso
Muy bonito, esa experiencia que describes es una de las bellezas de la vida
Gracias por visitar mi desván. Espero que encontraras refugio en él y que te gustara lo que viste. A ver si podemos ser amigos. Como aprendiz de poeta que soy, disfruté mucho con tus versos. Un besazo y cuídate.
¡Hola!
Deslisante y sensual, su poema.
Casi, a saborear...
Saludos de J.M. Ojeda.
P.D. Me gustó su blog, seguire pasando.
Unico!
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