octubre 12, 2009

Evolucionar o Morir

Voy a rescatar un escrito que me ha caido como anillo al dedo, porque tambien tengo mi existencialismo que a veces se pone intenso. El autor es Paulo Coelho, un escritor brasilero muy conocido por sus novelas, Brida, 11 minutos, El Alquimista etc., Aunque no es primera vez que lo leo, y quizás sea conocido por muchos, me parece un escrito estupendo para compartir, y tenerlo por ahi, para afinar la artillería en momentos de incertidumbre. Aqui reafirma la importancia del cambio, de seguir hacia adelante, no quedarse "instalado" en situaciones que no tienen vuelta y que el ser más importante es uno mismo, no en sentido egocéntrico, sino en que mientras mejor estemos con nosotros mismos, mejor será nuestro aporte hacia los demás. No sólo es para degustarlo, sino para aplicarlo (yo lo he hecho parcialmente, pero creo que tendré que leerlo más veces para aumentar su efecto).
CERRANDO CÍRCULOS
Por Paulo Coelho
Novelista Brasilero

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.
El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se
queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!

6 comentarios:

Antonio dijo...

Querida Circe. Estoy totalmente de acuerdo con su planteamiento, que ya conocía. Gracias por traerlo al blog y hacernos reflexionar un poco más.
Besos

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Gracias por este texto: es muy bueno.

Besos enormes.

la MaLquEridA dijo...

Y bueno, es verdad que muchas veces el cerrar un círculo nos cuesta mucho trabajo y nos puede llevar mucho tiempo, pero cuando lo hacemos, la paz y tranquiliedad vuelven a nosotros.

Así que hay que hacerlo.

Saudos.

Circe La Hechicera dijo...

Queridos Amigos, agradezco infinitamente sus palabras,y el tiempo dedicado a su lectura, a veces los pensamientos de otro, nos sirve para reflexionar ante la incertidumbre, aunque no escarmentemos en la experiencia ajena. Besosssssssss!!!!!!!!!!!!!

joman dijo...

Hola amiga: Es la primera vez que paso por tu blog. Lo seguiré haciendo con más detenimiento. Gracias por compartir este hermoso y profundo texto de P.Coelho. Un abrazo desde España: Joman.

Rochies dijo...

El apego, el karma más duro a desentrañar ...
Conozco el texto y golpea duro y cerca.
sigo paseando por su blog ;)