diciembre 19, 2009

En los asuntos del corazón... who´s knows?

Por estas noches, en mi casa, nos reunimos varias amigas mías para hacer un encuentro ameno por las fechas decembrinas. Aparte de una profunda y fecunda amistad de años, somos todas cuarentonas, profesionales; unas divorciadas, como yo, otras, solteras, y una viuda. Después de una riquisíma cena, un postre magistral, mientras hacíamos el pousse café, nos dedicamos a hablar banalidades, el tema político del país - tema obligado- el chismorreo, el trabajo, la familia, los hijos, para finalmente sucumbir en el tema de tener una pareja.

Entonces, aqui aparecemos, las divorciadas, en su momento tuvimos que tomar la fuerte decisión de no continuar el proyecto de vida que una vez se construyó, de desmembrar una familia, por circunstancias diferentes pero con el mismo resultado. Somos tradicionales porque hemos sido criadas con valores conservadores, en favor de la tolerancia, la unión familiar, amas de casa, profesionales, espirítu optimista, comprometidas en todos nuestros roles. Las solteras, quizás menos conservadoras, personas valiosas en su intelecto y sentimientos, con menos condiciones de ceder espacios, propiciado por el aspecto de la independencia, pero no con menos ganas de construir una vida familiar. Sin embargo, todas de mayor o menos grado, sentimos esa necesidad de tener un compañero con quien compartir nuestras vivencias.


Las experiencias que cada quien narró, con muchos tintes de humor, en el fondo eran muy similares. Decíamos, que nos sabíamos como comportarnos, porque cada una en su ambiente, para conocer a alguien que se interesara en nosotras era algo casi titánico, porque aunque una quiere que la aborden, no se anda por ahi al acecho - aunque tengas la desesperación de que alguien lo haga- Control mental, decía una de ellas, no, malditos principios, decía otra. Estamos vejuconas, sentenciaba otra. Y otra por allá, añadía, es que antes de decir tu nombre, tienes que abrir las piernas, y soltábamos la carcajada. Lo que pasa, es que tienes que ser elásticamente comprensiva, sonrisa a flor de piel y media bruta porque si no eres una enrrollada, pregonaba otra por allá.


Pero finalmente, no entendíamos, desde nuestra perspectiva femenina, por qué podíamos levantar el interés de alguien pero a la postre no lograbámos establecer una relación que perdurara en el tiempo. Tomando en cuenta, que nos hemos liberado de algunos prejuicios y que lo que deseamos en un compañero, no un marido, por ello no llevamos enla frente, la palabra compromiso, pero si algo estable. Y la ironía que imprimíamos al comentar que nuestros respectivos "ex" si había conseguido relaciones más estables. Entonces decíamos a modo de chiste, que eran maldiciones que nos habían enviado por causa de haberlos dejado. Jajaja, creo que en parte es verdad.


Una de las presentes, se atrevió a narrar que tenía un admirador, conquista o no sabe qué, él con sus circunstancias, de que lo botaron de su casa, y que tenía 4 meses de separado, y 2 meses saliendo con él, un casi cincuentón. Yo que ya sé la historia, me sorprendió, que la hiciera pública, porque no quería que nadie se enterara, y la entiendo, porque la reputación de una mujer divorciada o soltera a determinada edad, es muy frágil y además te etiquetan de desesperada. Decía que se sentía peor que en la adolescencia, no sabía como comportarse, no sabía si era intensa o ligera, que él tenía una insistencia desmesurada, pero ella que no saber a que atenerse, trataba de proyectar una imagen de cierta displicencia, como que si el interés fuera muy limitado y que él lo ha resentido, pero que lo hace para no hacerse más ilusiones de las que ya tiene, hasta que no se defina su situación. Entonces observaba que complejo es el mundo de las mujeres, porque aunque tratemos de evitarlo, los sentimientos siempre nos dominan, aunque tratemos de controlarnos, situación que nos hace más daño, porque es luchar contra nuestra propia naturaleza con el plus de manejar la incertidumbre.


Una vez salí con alguien, que parecía ser alguien adecuado, pero yo veía con lupa algunas cosas, y me pasó lo mismo, controlar lo que quería entregar. En mi fuero interno estaba en un constante debate, que me conducía del paraiso al infierno en una sola pasada, no podía abstraer lo sentimental de lo emocional y aunque tenía conciencia de ello, de nada servía. Fuí bastante elástica, casi parecía indiferente. Tenía una amiga, consejera ella, que me decía vive y el momento y disfrutálo mientras dure, que palabras tan alejadas de la realidad y escuchando a mis amigas, me di cuenta, que aunque seamos diferentes en muchos aspectos, no podemos ver los asuntos del corazón como algo efímero o pasajero y mucho menos evitar involucrarnos por más que pongamos una muralla.
Sin embargo, aunque seamos muy ecuánimes para muchas cosas, para los sentimientos no, pero los años y la experiencia nos da un gran aprendizaje, ayudándonos a ser menos desbordadas quizás, en esta época de nuestras vidas, no sólo somos más plenas, sino que gozamos de una seguridad que se traduce en bienestar emocional, disfrutar más las cosas que ofrecen la vida, valorar los buenos momentos y no enquistarse en molestias triviales, ser más prácticas y hasta tener una sexualidad más placentera. Ubicarnos en nuestros roles, de una forma más balanceada, sin descuidar y sin renunciar a nuestra esencia, lo que nos hace ser más auténticas. Una etapa donde estamos dispuestas a brindar esa felicidad que tenemos de manera generosa, pero que añorar una pareja y no tenerla no es un asunto que nos coma el coco todos los días. O será que si nos come y no queremos reconocerlo?

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Las mujeres y los hombres. Seres tan diferentes, pero que se complementan.

Creo que el quid del asunto es mientras nos ponemos más añejos, quizás nos ponemos más exigentes en nuestros requerimientos de pareja. Pudiera parecer sencillo pero no lo es.

Ya aparecerá un roto para un descosido.

Saludos

Rochies dijo...

inteligentes reflexiones las de todas. Que dificil es a veces confiar en que el futuro nos tiene preparado algo cuando aquello que ya habíamos constituído se desmembró y muchas veces nos desmembró ;) simepre ruego que lo que no me falte sea el entusiasmo para volver a empezar, volver a creer, confiar en que todo tenía una razón de ser y no puro azar, y a veces suerte mal echada ...
Hay mucho fóbico suelto también, que se piensan que uno anad con el letrerito luminoso de "busco compañero", mucho crazy dando vueltas (muchos) y están como en el caso de su amiga, los que recién separaditos se refugian en una cuando aún no tienen claro nada.
Y si, se rearman más rápido. Es raro que espan convivir con la soledad.

Antonio dijo...

Interesante esta especie de terapia de grupo o catarsis colectiva... creo que hay que tomarse estas cosas con un poco de humor y no angustiarse. Más vale estar sola que mal acompañada... Cada edad tiene sus demandas, sus necesidades de relación, de pareja. Vivir el amor juvenil ya no es posible, pero jugar al amor maduro sí lo es. Lo que pasa es que tenemos unos viejos esquemas que deben ser cambiados por otros para resituar la relación en otro plano más realista. Ahhhh! El asunto de las emociones. Las emociones no son racionales o, al menos, dificilmente racionalizables... ¿Cómo controlarlas? Si nos enamoramos perdemos la perspectiva de la realidad y obramos contra lo que habiamos pensado no obrar.
¿No podríamos estar una temporada en pareja y otra libres? Se desea lo que no se tiene...
Un beso y he disfrutado con tu relato, me hubiera gustado estar entre vosotras, aunque sea un hombre.

Belkis dijo...

Como bien reza el título "en los asuntos del corazón...who's know?" Yo pienso que eso es un asunto de dejar fluir, de ser natural y poco más. Lo que tiene que llegar llegará, no hay que buscar. A veces cuando lo creemos más lejos nos llega ese amor apasionado con el que siempre habíamos soñado y nos paraliza, y nos rompe y nos transforma. Es muy hermoso, pero hay que dejarlo que llegue...
Un abrazo cariñoso Cirse y mi deseo de corazón de que te llegue "tu media naranja"

Circe La Hechicera dijo...

Anonimo: Las mujeres y los hombres estamos en universos paralelos, no creo que seamos mas exigentes, sino que lo que cambia son nuestros requerimientos. Gracias por tu comentario.

Rochitas, gracias por decir que nuestros comentarios son inteligentes, yo los veo mordaces, inteligente ha sido lo que has dicho, sobre todo no perder el entusiasmo. Tambien es cierto, que nosotras nos bastamos a si mismas y eso me parece estupendo, las dependencias emocionales a veces no son buenas consejeras,pero y dime, quien nos quita lo bailao? Besitos y que tengas una feliz navidad!!!

Antonio, Eres brillante!!!!! ademas un sol, te vamos a tomar la palabra, en la proxima reunion del ano que viene estas cordialmente invitado, entre todas reuniremos para tu pasaje y asi viviras la experiencia caribena, serias un invitado de lujo, pero no respondo si te agobiamos con nuestras inquietudes aunque te garantizo horas de mucha risa,porque aunque tengamos nuestros momentos de debilidad, lo hacemos con excesivo humor (reir para no llorar). Un bezaso!!!

Belkis, amiga, eres una belleza, siempre con tu palabra ecuanime y solidaria, quizas lo que realmente nos afecta, es la parte de familia el sentido de pertenencia, y eso incluye la parte femenina, el asunto no es buscar, sino que no nos encuentran. Un beso grandisimo para ti y que tengas una hermosa navidad!!!

Rochies dijo...

como le dije RUEGO que no falte o más bien RUEGO porque aparezca. Es lo que nos mueve.
Sin motivos es muy difícil andar ;)

decodificador de la tere dijo...

que complejo tema, realmente sin fin, pero eso es lo entretenido también
lo si encuentro que es una gran falencia, por decirlo de una forma, es que las muejeres nos preocupamos mucho de lo que van a pensar las otra personas y poco de lo que pensamos nosotras misma de nosotras.
Espero que estes muy bien

un gran abrazo!

~ R ~ dijo...

Los seres humanos, mi Señora, tendemos a complicar la sencillez básica de la vida,... existen hombres y existen mujeres,... condenados (aunque no lo parezca) a entenderse,... diré a Vuestra Merced lo que hace este viejo soldado,...

Me dejo llevar,... y sonrío,... no cambio una maravillosa dama de cuarentaitantos con una conversación inteligente, por dos niñas de veinte con todo por hacer.


Expresiones escarlatas varias.

PD: He llegado atraído por la curiosidad humana, desde el cuaderno de bitácora de mi Señor Don Gustavo Pertierra,...me ha gustado pasear por Vuestra casa, mi Señoa y, os ruego, que me déis Vuestra licencia para volver.
Que pase Vuestra Merced un muy Feliz Año Nuevo

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Me han gustado mucho tus reflexiones. Ciertamente es complejo, aunque te digo que no creo que sea un asunto de mujeres de un modo y hombres, de otro. Creo que hay de todos. Hay hombres muy sentimentales y mujeres nada sentimentales.
Creo que lo que más desconcierta a los hombres de las mujeres, es que cada una de ellas, se comporta diferente. Todas exigen de él un comportamiento diferente, eso sin contar, que muchas veces ellas, adoptan roles en la relación, es decir, ocultan lo que realmente quieren para que él no lo descubra, o para que no llegue a pensar mal.
Creo que una de las claves del éxito en asuntos de pareja, es la sinceridad. Si al principio de una relación no puedes ser tú misma, es preferible que fracase y termines encontrando a una persona que no te obligue a actuar.
Si para las mujeres, es triste todo esto, tal vez para los hombres sea hasta peor, porque son las chicas las que tienen la última palabra y eso da poder. Además, los chicos por lo general, tendemos menos a rechazar a las chicas, una vez que ellas se han decidido a dar el paso, mientras que muchas chicas, te rechazan, aún cuando les gustes, por el aquello de hacerlo a él insistir, o por el aquello de que no me vea como una mujer fácil, o porque simplemente se conforma con que la cortejen y ya con eso alimentó su ego.
Nunca olvidaré aquel día en que una buena amiga, por allá por nuestra adolescencia, me dijo: "Tadeo, hoy perderé la virginidad". Me moría de envidia. Yo llevaba un condón en la cartera para estar preparado porque nunca se sabía cuándo eso te podía ocurrir.
Besitos:
Tadeo